Los invitados siempre son bien recibidos

Invitados en casa, alojarlos cómodamente

Tener invitados en casa no es igual para todo el mundo. Mientras que hay quién trata de evitar esta situación como quién evita la peste, otros están deseando tener una ocasión para que sus amigos los visiten y pasen unos días en casa.
Las visitas son la excusa perfecta para romper con la monotonía y para hacer cosas diferentes. Ya hay muchos días en el año para hacer lo de siempre. Muchas veces precisamos que vengan a visitarnos para llevar a cabo planes que siempre tenemos en mente pero que se van postergando, como ir a pasear a algún lugar cercano o visitar un museo. También resulta la ocasión perfecta para ir a comer a algún lugar nuevo que hayan abierto y se tenga ganas de probar o, ¿por qué no? Para mostrar los dotes de cocinillas y disfrutar de una divertida comida casera elaborada codo con codo. Uno de los problemas de tener gente en casa es ofrecerles un buen lugar para dormir. En los apartamentos actuales no es habitual poder tener el lujo de una habitación para invitados y evidentemente, si queremos que la gente acuda a casa debemos de garantizarles un buen descanso.

Sofás cama, ¿comodidad real?

Los sofás cama no suelen ser la mejor opción ya que por lo general no son cómodos ni como cama ni como sofá. Y al final tenemos un mueble que no resulta realmente muy útil en ninguna de las dos facetas. 

Camas supletorias, ¿son adaptables?

Una de las opciones más prácticas es contar con una cama supletoria plegable para estos casos. Incluso dos para cuando se cuenta con más de una persona en casa. Pero hay que saber elegir qué tipo de cama se compra. Una buena manera de saber qué camas pueden ser las más indicadas en fijándonos en qué marca compran en estos momento los hoteles más modernos y que tienen mejores críticas en lo que respecta a la comodidad de sus habitaciones. Si una cama supletoria es buena para un hotel de cierta categoría y es aprobada por los huéspedes, lógicamente también será buena para el hogar y es seguro que podrá resultar cómoda para los invitados. Lo bueno de estos muebles es que cuando no se usan se pueden guardar en muy poco espacio. Incluso hay maneras muy efectivas de camuflarlas con una funda a medida que las convierta en un perfecto mueble recibidor o en un aparador.